Del paso del tiempo como anestesia

Volvió a reconocer su olor en la colonia de una chica en la barra de la cafetería. Se la quedó mirando como pidiendo explicaciones como hacía siempre que le pasaba. Más tarde calló en la cuenta de que esta vez, por primera vez el recuerdo sólo era cognitivo, la constatación de una marca determinada. Ni siquiera tuvo un conato de erección.