like Oliver y Benji

En el partido contra la vida tenemos que comportarnos como si fuéramos el mejor delantero del mundo jugando en un equipo malo. Hay que tener claro que no tenemos detrás a diez galácticos que nos hagan el partido más fácil, así que ni modo: a remangarse, bajar al medio campo a buscar balones, presionar un poco, desmarcarnos y a la mínima oportunidad atacar al balón con energía pegándole un punterazo que se cuele por la escuadra y que nos dé la victoria momentánea. Entonces podremos mirar desafiantes a la vida, señalarle con el dedo el marcador a nuestro favor y decirle "mira shula, te estoy ganando y además en tu campo. Y aunque vuelvas a marcarme no me rendiré, sacaré de centro y volveré a remontar porque sé que la portería es inmensa".

Posdata para desmemoriados: hay que chutar.