Nunca te llamaré amiga
Después de mucho tiempo compartían el mismo espacio. El resto éramos conscientes pero nos hacíamos los suecos. Fue una noche en general divertida, nos reímos mucho, pero si observabas bien, veías que había entre ellos posos en el café en forma de incomodidades puntuales, reproches velados o alusiones a un pasado ya muy muy pasado. Era lógico, no se puede pretender una situación normalizada después de haber amado tanto.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home