Pinchas
Se negaba a aceptar que existiera algún destino. Y mucho menos que el de ellos estuviera determinado por si él se afeitaba o no ese día. No, para él sólo existían las casualidades y casualmente esa vez tampoco se afeitó.
"...te dije que nunca resistí las despedidas, al aeropuerto no."
0 Comments:
Post a Comment
<< Home