Un valiente
Después de estar observándola toda la tarde por encima de los apuntes, por fin había reunido el valor suficiente para decírselo. Se acercaba queriendo parecer seguro, pero ni de coña: en su cabeza, a cada paso, escuchaba el ritmillo aquél..., tiri- tirí tiriri- tiri tiriri ti tirí...
0 Comments:
Post a Comment
<< Home