Excursiones al campo
Tras una larga caminata de vuelta llegamos a la ciudad casi de noche, empapados por la lluvia y marrones de barro. En ese momento lo que más quería Cristina en el mundo era llegar al sitio donde la recogería su novio en coche. Los demás no veíamos justo filosóficamente hablando que ella saliera con chicos de 22 años y no de 15 como cualquiera de nosotros. Por eso el barrio y la lluvia nos pesaba más.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home