Cuando no queden balas en el tambor
Hombre, alguna inercia queda de cuando cada noche movilizaba a la ciudad entera en tu busca, pero ya no son tantas las ganas de jugar a la ruleta rusa. Ahora te espero en el largo plazo, cuando, desapasionados, no queden ganas de una penúltima mirada-disparo.
2 Comments:
Un besiyo mi querido jornalero :)
Normalmente te leo en silencio, pero textos así hacen que coja una pancarta y me manifieste; "cabrón, estás hundiendo mi ego".
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