Serie "Conversaciones con tu recuerdo"

Nunca eras más vulnerable que en los despueses. No por nada especial, simplemente porque fingías fatal hacerte la dormida. Entonces, por no escucharte a ti misma por dentro, hablabas. Siempre decías que conseguías todo lo que querías, y ahí metías en el mismo saco las victorias épicas y aquellos otros episodios en los que simplemente salías con vida. Yo sólo te miraba hondo y te dejaba contarme. Aislaba voz y gestos, contenido y continente, analizándolo todo por separado y juntándolo nuevamente hasta completar el puzzle de lo que verdaderamente había detrás de ti: los científicos "amamos" así. Yo sólo te miraba, pero no sólo te estaba mirando. Tú seguías contando historias que siempre incluían un "lo conseguí", y yo me preguntaba (sin decir nada) por qué entonces desprendías esa sensación de que ni siquiera salirte siempre con la tuya te era suficiente.