Serie "Mis días en la Escuela de Armas de Combate de Miramar"
Caerse estaba permitido, levantarse era obligatorio, y así fue que terminamos la instrucción con las rodillas solladas, pero también con más cojones que Chenoa.
"...te dije que nunca resistí las despedidas, al aeropuerto no."
2 Comments:
Te admiro mas de lo que imaginas
No me dejas una respuesta fácil..
gracias..
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