"Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattam,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos."
LUIS GARCÍA MONTERO
Mostrador de quejas:
jornalerodelagloria
@hotmail.com
Anteriores vuelos:
Tuesday, March 24, 2009
"A la sombra de un león"
...y ya sólo quedaba esperar. Al fin una cosa que se te daba bien.
Esperar mientras haces cosas, mientras a la vez sigues con tu vida, esperar en el sentido de dejar la puerta entreabierta para que si se deciden a acercarse, pasen sin trabas, sí, por qué no.
Pero esperar sentado a que el teléfono suene, paralizado, mirándolo intensamente a ver si así se digna a hacer ring-ring... como que suena bastante menos apetecible. No te imagino yo, eh?
tu blog es todo un descubrimiento que sigo desde hace ya un par de meses... no me ha dado tiempo a leerlo retroactivamente, pero no puede ser que lleves tanto tiempo hablando de la misma persona... humm... si de amor ya no se muere! (o eso me pareció oír...)
No puede ser durante tanto tiempo, eso sería una enfermedad. Demasiados nombres que no son reales, demasiadas conversaciones, demasiados echar de menos, demasiados recuerdos,demasiados años... no puede ser la misma persona, tú lo sabes, yo lo sé. Vuelves loca a cualquiera, pero enganchas. Por cierto, que fue de Martina?
6 Comments:
Esperar mientras haces cosas, mientras a la vez sigues con tu vida, esperar en el sentido de dejar la puerta entreabierta para que si se deciden a acercarse, pasen sin trabas, sí, por qué no.
Pero esperar sentado a que el teléfono suene, paralizado, mirándolo intensamente a ver si así se digna a hacer ring-ring... como que suena bastante menos apetecible. No te imagino yo, eh?
tu blog es todo un descubrimiento que sigo desde hace ya un par de meses... no me ha dado tiempo a leerlo retroactivamente, pero no puede ser que lleves tanto tiempo hablando de la misma persona... humm...
si de amor ya no se muere! (o eso me pareció oír...)
Gacela, no es recomendable quedarse mirando intensamente el teléfono: podrías hacerlo arder. ;-P
Navy Blue, no, no puede ser que lleve tanto tiempo...
No puede ser durante tanto tiempo, eso sería una enfermedad. Demasiados nombres que no son reales, demasiadas conversaciones, demasiados echar de menos, demasiados recuerdos,demasiados años... no puede ser la misma persona, tú lo sabes, yo lo sé. Vuelves loca a cualquiera, pero enganchas.
Por cierto, que fue de Martina?
Saludos Jornalero.
Pero no habíamos quedado en que no se esperaba, en otro concurrido post que escribiste? Esa fue la conclusión...
Cierto, nunca se espera, se "asalta". Pero tras lo imposible queda esperar si finalmente vencimos.
Martina nunca se atrevió. Por ahora.
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