"Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattam,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos."
LUIS GARCÍA MONTERO
Mostrador de quejas:
jornalerodelagloria
@hotmail.com
Anteriores vuelos:
Sunday, January 06, 2013
Daniel y el dolor fresco
Daniel se pregunta cuándo dejará de doler. Por curiosidad científica más que nada.
Dejará de doler cuando despierte una mañana y sin darse cuenta su primer pensamiento sea encontrarse un dia azul, por ejemplo. Entonces ya no le dolerá nunca más.
5 Comments:
Dejará de doler cuando Daniel también esté preparado para dejar de aferrarse a ello.
Dejará de doler cuando deje de preguntárselo: Cuando sepa por qué... Cuando ya de igual...
Dejará de doler cuando despierte una mañana y sin darse cuenta su primer pensamiento sea encontrarse un dia azul, por ejemplo. Entonces ya no le dolerá nunca más.
Quizá cuando deje de alimentar el rencor y con él el propio dolor.
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