Daniel hasta arriba de propofol
Daniel conoce a Lucía hace pocas semanas. Meten a Daniel en el quirófano. Lo anestesian. Antes de dormirlo definitivamente, drogrado perdido, el cirujano dice que dice no sé qué de Lucía, no te vayas o algo así, aunque Lucía sólo está allí en su mente inundada de propofol. Daniel sale con 5 cicatrices nuevas en el cuerpo. Una de ellas se la regalará a Lucía. También le cuenta la anécdota de sus últimas palabras, pero era porque estaba drogado, tranquila, le dice. Lucía sonríe, le llama dramático y piensa que en su vida muchas veces le han dicho no te vayas.
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