Una pírrica victoria
Ya me dirás para qué. Para qué las alaracas de tus ojos, tu piel todavía tersa; qué poco el éxito de engañarles a todos, si nunca te abandona, inevitable, tu certeza de ser la Melissandre vieja.
"...te dije que nunca resistí las despedidas, al aeropuerto no."
0 Comments:
Post a Comment
<< Home