A Marina Evdokimova le gusta mi nombre
Digamos que estás una tarde tranquilamente trabajando/pensando en ella, dándole vueltas al tema de la causalidad y tal, y de pronto se te abre la ventana del skype y alguien te dice hola, cómo estás. Las redes sociales y tal, vale. Pero avé, yo no voy por la calle asaltando a la gente diciéndole hola, me gustaría conocerte.
Tú tenías razón: soy un soso.
1 Comments:
ya somos dos sosos (:
Post a Comment
<< Home