Esto no es un simulacro
...de nada iban a servir la imposición de toques de queda después de las doce, el luto declarado hasta nueva orden, el miedo al alacrán y al ciempiés, cierra la muralla, porque nosotros no solo habíamos interiorizado cada uno de los pasos a dar que nos hizo memorizar Lee Marvin en Doce del patíbulo, sino que además éramos creativos en la gestión de lo contingente. Y tozudos, unos cabezones de cuidado que ya habían asumido la peor de sus suertes antes de asaltar el castillo, poner las cargas para volar a todos los alemanes y salir pitando de allí antes de que todo explote.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home