Anacrónicas (pero definitivas) Bandejas de Entrada
Si somos científicos, si alguna vez fuimos científicos y nuestro trabajo era descifrar al hombre o a la mujer a través de lo que hubiera escrito; si alguna vez tuvimos entrenada la mirada para medir la sinceridad en un texto, no puedo ahora negar lo evidente. Si somos científicos, si alguna vez nos reivindicamos como científicos, y además de los buenos, cómo llegar ahora a conclusiones distintas, los mismos emails, la misma lluvia. Allí, por mucho que sea ahora una verdad incómoda de visitar, había sinceridad. Y sí, supongo que la conclusión es que en algún momento de esa Bandeja de Entrada fui yo quien lo jodió todo. Y aunque ahora nada importe sí es justo reconocer ese hallazgo. Porque podré ser (haber sido) un gilipollas, pero sigo sabiendo reconocer ciertas pruebas cuando son tan claras.