Mezquina (Valencia, Venezuela)

2. adj.

"Si se callase el ruido, oirías la lluvia caer" (Caracas)

pero no el remordimiento que entierras six feet under.

Serie "Conversaciones con tu recuerdo" (Maracaibo)

That mess, querida, no lo ibas a arreglar sólo con papel de cocina.

Te conocen bien (Porto Alegre)

Entras al bar y pides que te enciendan la máquina de tabaco. El camarero te dice no sé qué de tus ojos, sabe que eres de las que se deja acompañar al lavabo. El repartidor de IKEA te entrega la cama. Te dice que si te la monta, sabe que eres de las que ofrece recompensa. Te conocen bien.

Serie "Mis días en la Escuela de Armas de Combate de Miramar" (Río de Janeiro)

Como Catón el Viejo cada vez que finalizaba sus discursos ante el Senado romano durante los últimos años de las Guerras Púnicas, no nos íbamos a dormir sin repetirnos Carthago delenda est. Sí, había que destruir Cartago, esa era la idea fija que perseguíamos sin descanso hasta verla realizada. 

Serie "Mejor que tú" (Sao Paulo)

El captcha es mejor que tú.

Ética para Alejandro (Santiago de Chile)

Escúchame, joven padawan. Puede que ahora no entiendas nada, pero escúchame. Crecerás, y pronto tendrás ocasión de mentir, de robar, de matar. Si así has de hacerlo, miente, roba, mata. Todos mentimos, robamos, matamos, te dirá tu madre. Tendrás ese consuelo, dormirás tranquilo. Ella tiene razón en eso, si has de hacerlo, miente, roba, mata, pero, ojo (y esto es lo que no aprenderás de ella): nunca, nunca traiciones. Porque en esta vida se puede ser mentiroso, ladrón, asesino, pero nunca, nunca, un traidor. Así que si un día traicionas, no pidas perdón (pues nunca lo hay), recoge tus cosas y vete lejos. Nunca confieses que fuiste algo peor que un mentiroso, un ladrón o un asesino, nunca confieses que fuiste un miserable.

Diez tazas de los Beatles (Santiago de Chile)

Diez tazas de los Beatles se fueron a cenar;

una se asfixió y quedaron nueve.

Nueve tazas de los Beatles estuvieron despiertas hasta muy tarde;

una se quedó dormida y entonces quedaron ocho.

Ocho tazas de los Beatles viajaron por Devon;

una dijo que se quedaría allí y quedaron siete.

Siete tazas de los Beatles cortaron leña;

una se cortó en dos y quedaron seis.

Seis tazas de los Beatles jugaron con una colmena;

una abeja picó a una de ellas y quedaron cinco.

Cinco tazas de los Beatles estudiaron Derecho;

una se hizo magistrada y quedaron cuatro.

Cuatro tazas de los Beatles fueron al mar;

un arenque rojo se tragó a una y quedaron tres.

Tres tazas de los Beatles pasearon por el zoo;

un gran oso atacó a una y quedaron dos.

Dos tazas de los Beatles se sentaron al sol;

una de ellas se tostó y sólo quedó una.

Una taza de los Beatles quedó sóla;

se ahorcó y no quedó... ¡ninguna!

Cosas que callan los poetas pero que tú sabes bien (Buenos Aires)

Ignacio Uranga escribe en "El sueño de Laura" que de las palabras no se vuelve. Pero tú sabes que  de donde verdaderamente no se vuelve es del hecho. Ni con salvaconductos de arrepentimiento.

El tedio de pensar en ti (Buenos Aires)

José Luis Cuerda dice "Si me detengo a pensar en el por qué de tus decisiones, me entra sueño", y yo creo que se refiere a ti.

Not Penny´s boat (Rosario)

Eras el Kahana.

Un sentimiento sincero (Córdoba, Argentina)

A veces piensas cosas en caliente y eres injusto. Por eso es bueno esperar que pase el momento, reflexionar ecuánimemente, asumir responsabilidades en vez de seguir la inercia de buscar culpables. Además, es sabido que el resquemor niebla la capacidad de juicio. Así que sí, a la hora de valorar conviene esperar a que el fuego y hasta las brasas de la ira hayan pasado, como ahora. Por eso ahora sí me creo, veo nítido y sincero esa sensación... qué coño esa sensación, ¡ese sentimiento!, ese sentimiento, digo, de que
te deseo
que te vaya mal. Jodidamente mal. No ese ir mal evidente, una cadena de desgracias que nunca acaben, no, eso es poco. Te deseo algo peor: un verdadero ir mal, casi imperceptible los próximos cinco, diez, veinte años, me da igual, pero que cuando, finalmente, vieja perdía te mires al espejo, evalúes y pienses que cualquier alternativa distinta no podía haber sido peor. 

"Si te dicen que caí, y es verdad, es verdad" (Montevideo)

¿Acaso Herrera, Contra, Téllez, Karmona, Eggen, Iván Alonso, Geli, Astudillo, Magno, Tomic, Desio, Jordi Cruyff, Javi Moreno o Pablo sueñan todavía con aquel 16 de Mayo de 2001?

"Juro que no haré ni un esfuerzo más. Y sin embargo, se mueve" (Lima)

Haces limpieza de prendas inútiles. La camiseta negra de Dharma. La miras un segundo antes de ponerla en el montón que irá al contenedor de ropa, luego de reojo a mí. Cuál más inútil que esa.

La traición de Dexter. 7x11. (Manizales)

Dexter va a ver a Hannah. Ésta abandona el cuidado de las plantas y con los ojos brillantes le dice has venido. Se acerca a él, bésame, y junta sus labios a los suyos, él inmóvil, ella se separa y le dice qué pasa. Él responde lo siento y entonces aparece un coche de la policía para arrestarla. Ella le mira a los ojos. Conozco esa mirada: el estupor. Sólo acierta a decir cuatro palabras: Mejor me hubieras matado.

La flaqueza del bolchevique

-Yo soy más fuerte que tú.
-Y un nabo.
-Jajaja. Me encanta cuando me hablas como si yo fuera un tío.
-Sólo hay un "más que yo" que te concedo.
-¿Cuál?
-Estás más buena.

No fue dolor

-Tuvo que ser jodido. Dolería...

-No, no fue dolor.

No, no fue dolor. En ningún momento fue dolor, un daño que te cagas, sí, pero no dolor. ¿Acaso se duelen los edificios bombardeados? No. Eso fui, un edificio bombardeado, un hueco enorme entre vigas descubiertas, estructuras sufridamente en pie. Pero el estupor, eso sí. El edificio está quieto, sin más rasguño que el tedio, las grietas interiores, la humedad, que ya no es el sexo sino el moho, el puro moho debajo de las costillas. Pero, anyway, está quieto, cotidiano, y de pronto el boom, el estupor de la primera bomba, y luego las otras. Y el edificio en pie, muerto pero en pie, sin ojos de ventanas pero en pie, caído pero en pie, como el World Trade Center inmediatamente después del impacto de los aviones: las torres siguen de pie, pero ya han caído. Y al poco yo también, claro, nadie permanece en pie ante el estupor: tú no, tú no, tú no, tú no eres como otras... Pues sí, era como cualquiera. Pero no fue dolor, fue daño y destrucción pero no dolor. Porque un edificio bombardeado no se duele, no lamenta, sólamente piensa (y en eso sí es indestructible) que hay que ser imbécil (yo), que hay que ser hija de puta (ella).

La pasión según la Gloria

-¿Qué te apasiona?
-Soy Virgo. Los tipos Virgo no tenemos pasiones.
-Uhm... Ya veremos..

Cuando fuisteis los mejores

-¿Dónde estabas cuando ganamos aquel partido?
-Muriendo.
-Pues yo te veo estupendamente.
-Bueno, quizás no fuera para tanto... No, no, estaba muriendo.

A qué

-A salvarte.
-A salvarte.
-Yo a ti.
-No, yo a ti.
-A matarte.
-A que mueras.